Desciende la morosidad en las comunidades de vecinos
En Afinmar, administradores de fincas en Sevilla, a veces nos vemos obligados a mediar en comunidades de vecinos con propietarios morosos, una práctica muy usual en los pisos de viviendas.
Los impagos en las comunidades de vecinos han ascendido en los últimos años de manera evidente. Casi ninguna finca está exenta de algún propietario que, o se retrasa en los pagos, o bien no abona la cuota mensual correspondiente. En Afinmar, administradores de fincas en Sevilla, nos hemos encontrado con muchas comunidades en la que hemos tenido que asesorar cómo actuar ante esta situación incómoda tanto para la persona morosa como para el resto de los propietarios.
Con la crisis económica, el número de impagos en comunidades de vecinos ha aumentado llegando a tu punto más álgido en 2014 cuando la morosidad alcanzó los 1.854 millones de euros. En 2015 bajó a los 1.812 millones y en 2016 -el último ejercicio del que hay datos hasta la fecha-, a 1.666 millones.
En pocas semanas el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas publicará los datos del año pasado pero su secretario Rafael del Olmo ya adelantó a los medios de comunicación que ”la tendencia seguirá a la baja”.
El 40% de las comunidades de propietarios tiene morosos
Bien es cierto que cada año va descendiendo el número de morosos en las comunidades, sin embargo, aún el 40% de las fincas cuentan aún con vecinos que no pagan cuota. El porcentaje en el que los bancos contaban con pagos pendientes ascendía al 7,29%. Mientras que el importe medio que la morosidad debe en cada comunidad a nivel nacional es de 1.109 euros.
Por comunidades autónomas, Andalucía, Cataluña y Madrid son los territorios que más morosidad han registrado, tanto es así que entre las tres sumaban en 2016 una deuda de 805,59 millones de euros, la mitad del total.
¿Qué impacto tiene la morosidad en nuestro entorno?
Puede parecer una tontería, pero no lo es, la morosidad incide directamente en el estado del edificio. Los impagos impiden la rehabilitación o las obras de remodelación de accesibilidad de los edificios. Si una comunidad no tiene dinero para afrontar las obras de renovación, ni puede invertir en su rehabilitación poco a poco irá deteriorándose.
No es lo mismo un moroso que no pague porque no puede que aquel que no lo hace porque no quiere
Esta situación puede provocar una tensión en la convivencia de los propietarios, sobre todo, si el moroso en cuestión no paga porque no quiere, no porque no pueda. Se puede comprender que una familia sin ingresos porque todos los componentes de la misma se encuentran sin empleo no paguen alguna cuota de la comunidad, lo que no se puede permitir es el hecho de que algunos vecinos no abonen la cantidad por gusto.
Desde nuestra empresa de administradores de fincas en Sevilla hemos comprobado que hay otro problema que también está influyendo en el día a día de nuestros propietarios. Son lo pisos turísticos que están enfrentando los intereses entre los vecinos que lo que buscan es alquilar las viviendas a turistas frente a los que desean una comunidad de propietarios sin este tipo de actividades.