No es el mismo consumo el de una familia numerosa que el de una pareja, es por ello que nos planteamos qué es lo que más nos conviene si un contador comunitario o uno individual. Desde nuestra empresa de administradores de fincas os contamos los pros y contras de cada una de estas opciones.

A la hora de consumir agua, cada hogar tiene sus particularidades. Si vives en un bloque de pisos en el que el contador del agua es comunitario, puede que en ocasiones te hayas planteado si merece la pena pagar lo mismo de agua que el vecino, sobre todo porque, por regla general, con este tipo de contadores se tiene menos control sobre el agua. En nuestra empresa de administradores de fincas en Sevilla tuvimos un caso en el que la cuota fija de la comunidad que se destinaba al agua se quedó corta para pagar la factura del agua, ya que el consumo se sobrepasó de la media normal del bloque. Esto, además de ser una barbaridad, es muy negativo para la sostenibilidad y el consumo prudente de este bien.

Para evitar estas situaciones, y si el propietario lo desea, puede instalar un contador individual para controlar y pagar estrictamente sólo su consumo. Según la Ley de Propiedad Horizontal, todos los propietarios tienen la obligación de contribuir con los gastos comunes que no sean susceptibles de individualización. En este caso, el consumo del agua sí es individualizable, por lo que el propietario tiene todo el derecho de instalar el contador privado, es por ello que no hace falta decidirlo en Junta, eso sí, la instalación la paga el interesado no la comunidad de vecinos. Además, la comunidad no puede obligar a ningún vecino a que se instale un contador individual.

¿Cuál es el peor inconveniente de este tipo de contadores?

Hay actividades de la comunidad, como la limpieza o el riego de plantas, que tienen un consumo de agua que tiene que ser abonado por todos los propietarios. Aunque el consumo del que cuente con un contador individual se divida o prorratee entre los propietarios que paguen con el contador comunitario, debe pagar un porcentaje del importe que se destine al consumo común.

¿Cómo pagamos ese consumo comunitario?

Hay dos formas de hacerlo, bien instalar un contador individual para ese tipo de consumo de agua destinada exclusivamente a las zonas comunes. O bien, realizando una estimación del consumo que va destinado a estas zonas y dividirlo.

La mayoría de los edificios antiguos cuentan con el contador comunitario. En algunas comunidades autónomas como Madrid, la Ordenanza de Gestión y Uso Eficiente del Agua establece la obligatoriedad de instalar contadores individuales en cada vivienda, local o establecimiento susceptible de individualización. De otro lado, la Junta de Andalucía no impone el cambio pero si recomienda que se realice por el ahorro de agua y dinero que supone para la unidad familiar.

Si desea instalar un contador de agua individual y no conoce los pasos a seguir, acuda una empresa de administradores de fincas como AfinMar, profesionales con larga trayectoria en comunidades de vecinos.