¡Mucho cuidado con las piscinas en las terrazas!🏚💦
Hoy, como administradores de fincas en Sevilla vamos a hablar de una problemática surgida en gran medida durante el confinamiento. La imposibilidad de salir a la calle, viajar y disfrutar de segundas residencias durante un largo período de tiempo ha hecho que muchos vecinos, sobre todo de las plantas superiores, tengan la (mala) ocurrencia de instalar piscinas en terrazas y azoteas. Hoy hablaremos del problema que puede generar la instalación de estas piscinas y las razones para evitar esta decisión.
Las noticias en estas fechas se llenan de casos de derrumbamientos y aventuras que acaban mal, por ello, hoy en nuestro blog de administradores de fincas en Sevilla vamos a analizar realmente cuales son los problemas que surgen cuando tomas la decisión de instalar una piscina en tu terraza o azotea.
¿Por qué no es recomendable colocar una piscina en mi terraza?
Como expertos en comunidades de vecinos vemos que cada vez más muchos propietarios toman la decisión de comprar una piscina para sus hogares, ya sea por miedo a un nuevo confinamiento, por falta de ahorros para disfrutar de vacaciones o por una cuestión de ocio para los más pequeños, pero lo cierto es que la venta de estas piscinas portátiles está aumentando. El lugar preferencial de este objeto suelen ser las terrazas, y estos elementos no están preparados ni diseñados para soportar el peso que supone la masa de agua que conlleva una piscina.
Las terrazas son espacios ideados para disfrutar de momentos de ocio, para almacenamiento e incluso como ‘tendederos’. Pero en general, la estructura arquitectónica del edificio no cuenta con estos espacios como lugares de soporte de carga. Por ello, un mal uso de azoteas y terrazas puede culminar con problemas como grietas, desperfectos o, en el peor de los casos, derrumbamientos.
El problema en cifras
La atención no es tan importante en cuanto al tamaño de la piscina y si con respecto a su cantidad de agua. Ya que por mucho que compres una piscina de gran tamaño, si la llenas con la misma cantidad que para una piscina de bebés puede no ser tan peligrosa. ¿Cómo calculamos que nuestra piscina sea apta o no para nuestra terraza?
Hablaremos de forma sencilla y directa, la densidad del agua es de un kilo por litro, una piscina de tamaño medio llena hasta unos 20 cm de altura ya supone un peso de 1.200 kilos, unos 400 por m2. Y siendo optimistas, la estimación del peso que puede soportar una terraza media de los edificios en Sevilla está rondando los 200 kg por m2, así que, sin contar a las personas que se metan en esa piscina, se estaría excediendo el peso ‘permitido’ en un peligroso porcentaje.
Por tanto, como administradores de fincas en Sevilla expertos en la gestión de edificios instamos a los vecinos que tengan en mente instalar una piscina en su terraza que eliminen esa idea de su cabeza. La renuncia a esta decisión será una buena idea para la supervivencia óptima del edificio.